domingo, 16 de mayo de 2021

Biografía de Mario Benedetti - Fallecimiento 17 de Mayo de 2009

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Mario Benedetti fue un escritor, poeta, dramaturgo y periodista uruguayo, integrante de la Generación del 45, a la que pertenecieron, entre otros, los también escritores Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti.​​​

Nació el 14 de septiembre de 1920, Paso de los Toros, Uruguay, Falleció el 17 de mayo de 2009 en Montevideo, Cónyuge: Luz López Alegre (m. 1946–2006), 

Películas basadas en la obra de Mario Benedetti



Películas: El lado oscuro del corazón, La tregua, Acaso irreparable, Día incompleto, Pedro y el capitán, Cinco años de mi vida, Capitán – Capitán, Despabílate amor, Los Pocillos. Padres: Matilde Farrugia, Brenno Benedetti.


Por Remedios Mataix
(Universidad de Alicante)

Mario Benedetti nació en Paso de los Toros (Tacuarembó, Uruguay) el 14 de septiembre de 1920, hijo de Brenno Benedetti y Matilde Farrugia, quienes, siguiendo sus costumbres italianas, lo bautizaron con cinco nombres familiares como Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia.


La familia residió en Paso de los Toros durante los primeros dos años de vida del autor, para luego trasladarse a Tacuarembó y Montevideo. Allí, en 1928, Benedetti inicia sus estudios primarios en el Colegio Alemán, al que seguirían el Liceo Miranda, donde realizó estudios secundarios de manera incompleta por las dificultades económicas familiares, y la Escuela Raumsólica de Logosofía.


Desde los catorce años trabajó en la empresa Will L. Smith, S.A. de repuestos para automóviles, en la que hizo prácticamente de todo: fue vendedor, cajero, taquígrafo, contable; hasta que en 1939, acompañando como secretario al líder de la Escuela Raumsólica (de la que formaron parte también su familia y la familia de Luz López Alegre, quien después sería su esposa), se trasladó a Buenos Aires, donde hizo también un poco de todo, pero especialmente -según contaría más tarde, leyendo a Baldomero Fernández Moreno- descubrir su vocación de poeta. Volvió a Montevideo en 1941, donde pronto consiguió una plaza de funcionario en la Contaduría General de la Nación y donde (desde 1945 hasta 1974, con la clausura de la publicación), se integró en la redacción del semanario Marcha, un importante foro de reflexión y análisis clave en la cultura rioplatense, en el que se formaron hasta tres generaciones uruguayas de intelectuales (con Juan Carlos Onnetti, Eduardo Galeano, Emir Rodríguez Monegal, Ángel Rama, Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti o Idea Vilariño como nombres principales) de cuya sección literaria Benedetti sería director en 1954.


Ese mismo año de 1945, publica su primer libro de poemas, La víspera indeleble, que no se volverá a editar, y un año después, el 23 de marzo de 1946, contrae matrimonio con Luz López Alegre, su gran amor y compañera de vida, a la que conocía desde que eran niños. Un año más tarde el matrimonio recorre parte de Europa con los padres de Luz, en un viaje que será el preludio del que harán en 1957, mucho más largo.


De regreso en Montevideo, en 1948 dirige la revista literaria Marginalia y aparece su primera obra ensayística, Peripecia y novela (1948), a la que siguió su primer libro de cuentos, Esta mañana (1949), con el que obtuvo el Premio del Ministerio de Instrucción Pública, galardón al que Mario Benedetti accedió en repetidas ocasiones, hasta que en 1958 renunció a él por discrepancias con su reglamentación. Por esas mismas fechas participa activamente en el movimiento contra el Tratado Militar con los Estados Unidos, su primera acción como militante, y publica los poemas de Sólo mientras tanto (1950), editado por Número, una de las revistas literarias más destacadas de la época, de la que Benedetti fue miembro del consejo de redacción, y que se hará cargo también de las ediciones de Marcel Proust y otros ensayos y El último viaje y otros cuentos, posteriormente integrados a otros títulos.

En 1953 aparece Quién de nosotros, su primera novela, que, aunque bien recibida por la crítica, pasará
casi desapercibida entre el público y tendrá que esperar al tirón del volumen de cuentos Montevideanos
(1959) -en los que toman forma las principales características de la narrativa de Benedetti- y especialmente al de su siguiente novela, La tregua (1960), para ser leída con atención. Fue esa última obra, La tregua, la que supuso la consagración definitiva del escritor y el inicio de su proyección internacional (la novela tuvo más de un centenar de ediciones, fue traducida a diecinueve idiomas y llevada al cine, el teatro, la radio y la televisión), que corren paralelas a la creciente relevancia de Benedetti como poeta desde el rotundo éxito que disfrutaron sus Poemas de la oficina (1956).

Pero ese año 1960 es una fecha significativa también para la trayectoria personal y política del autor. Ha vivido cinco meses en Estados Unidos (que, dijo, se le «atragantó» por múltiples motivos: el materialismo, el racismo, la desigualdad), se adscribe abiertamente al grupo de intelectuales afines a la Revolución Cubana («un sacudón que nos cambió todos los esquemas, que transformó en verosímil lo que hasta entonces había sido fantástico, e. hizo que los intelectuales buscaran y encontraran, dentro de su propia área vital, motivaciones, temas y hasta razones para la militancia») y a raíz de todo esto escribe su primer texto explícitamente comprometido, El país de la cola de paja (1960).


Desde entonces aumentará su participación política y vivirá unos tiempos de intensa actividad intelectual (trabaja como crítico y codirector la página literaria del diario La mañana, colabora como humorista en la revista Peloduro, escribe en La Tribuna Popular, viaja a México para participar en el II Congreso Latinoamericano de Escritores, es Miembro del Consejo de Dirección de Casa de las Américas de La Habana y funda y dirige allí el Centro de Investigaciones Literarias hasta 1971), literaria (Gracias por el fuego, 1965, El cumpleaños de Juan Ángel, 1971, Letras de emergencia, 1973, La casa y el ladrillo, 1977, Cotidianas, 1979) y también militante: lidera el Movimiento de los Independientes del 26 de Marzo que luego integrará el Frente Amplio (alternativa a los dos clásicos partidos: el Blanco y el Colorado). Tras el Golpe de Estado del 27 de junio de 1973 renuncia a su cargo en la universidad y, por sus posiciones políticas, debe abandonar Uruguay, partiendo a un largo exilio de casi doce años que lo llevó a residir en Argentina, Perú, Cuba y España, y que dio lugar también a ese proceso bautizado por él como desexilio: una experiencia con huellas tan profundas en lo vital como en lo literario.

Tras esos largos años en los que vivió y escribió alejado de su patria y de su esposa, quien tuvo que permanecer en Uruguay cuidando de las madres de ambos, Benedetti regresa a su país en marzo de 1983, se integra como Miembro del Consejo Editor en la nueva revista Brecha, que dará continuidad al proyecto interrumpido de Marcha, y sigue escribiendo, engrosando una ya extensa trayectoria poética (Recuerdos olvidados, 1988, Viento del exilio, 1981 Primavera con una esquina rota, 1982, Las soledades de Babel, 1991, Preguntas al azar, 1986, El mundo que respiro, 2001, Insomnios y duermevelas, 2002, El porvenir de mi pasado, 2003, Existir todavía, 2004, Adioses y bienvenidas, 2005, Testigo de uno mismo, 2008), narrativa (Geografías, 1984, La borra del café, 1992, Andamios, 1996), y ensayística (Perplejidades de fin de siglo, 1993) que disfruta de un reconocimiento internacional merecedor de innumerables premios y galardones.

El autor repartirá su tiempo entre sus residencias de Uruguay y España hasta que tras el fallecimiento de su esposa en 2006 se traslade definitivamente a su residencia en el barrio Centro de Montevideo,Uruguay. Con motivo de su traslado, Benedetti donó parte de su biblioteca personal en Madrid al Centro de Estudios Iberoamericanos de la Universidad de Alicante que lleva su nombre.



En los últimos años la salud del escritor se resiente y es hospitalizado a menudo hasta que el 17 de mayo de 2009 muere en su casa de Montevideo, a los 88 años de edad. El gobierno uruguayo decreta duelo nacional y dispone que su velatorio se realice con honores patrios en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo. A los pies del ataúd se acumulan decenas de flores y bolígrafos que la gente deposita como último tributo al escritor. Al día siguiente el féretro es trasladado desde el Congreso hasta el Cementerio Central, donde se le rinde homenaje, en cortejo por las calles de Montevideo acompañado por miles de personas. Desde el 19 de mayo el cuerpo del poeta descansa junto al de su esposa Luz en el cementerio del Buceo de Montevideo.


Una selección de poemas de Mario Benedetti

A continuación veremos un total de diez de los poemas de Mario Benedetti, sobre temas como el amor, el no rendirse, la melancolía, la política y la naturaleza humana.

1. Hagamos un trato

Compañera usted sabe que puede contar conmigo no hasta dos ni hasta diez sino contar conmigo.

Si alguna vez advierte que la miro a los ojos y una veta de amor reconoce en los míos no alerte sus fusiles ni piense qué deliro a pesar de la veta o tal vez porque existe usted puede contar conmigo.

Si otras veces me encuentra huraño sin motivo no piense qué flojera igual puede contar conmigo.

Pero hagamos un trato, yo quisiera contar con usted. Es tan lindo saber que usted existe uno se siente vivo y cuando digo esto quiero decir contar aunque sea hasta dos aunque sea hasta cinco no para que acuda presurosa en mi auxilio sino para saber a ciencia cierta que usted sabe que puede contar conmigo.

Uno de los poemas de amor más conocidos y populares del autor, expresa en unas pocas líneas que el aprecio hacia la persona amada es incondicional y que pase lo que pase esta siempre podrá contar con nosotros.

2. Semántica práctica

Sabemos que el alma como principio de la vida es una caduca concepción religiosa e idealista pero que en cambio tiene vigencia en su acepción segunda o sea hueco del cañón de las armas de fuego.

Hay que reconocer empero que el lenguaje popular no está rigurosamente al día y que cuando el mismo estudiante que leyó en Konstantinov que la idea del alma es fantástica e ingenua besa los labios ingenuos y fantásticos de la compañerita que no conoce la acepción segunda y a pesar de ello le dice te quiero con toda el alma es obvio que no intenta sugerir que la quiere con todo el hueco del cañón.

Este breve poema hace una pequeña reflexión respecto al alma y su significado, enfocándose en su uso romántico y espiritual.

3. Estados de ánimo

Unas veces me siento como pobre colina y otras como montaña de cumbres repetidas. Unas veces me siento como un acantilado y en otras como un cielo azul pero lejano. A veces uno es manantial entre rocas y otras veces un árbol con las últimas hojas.

Pero hoy me siento apenas como laguna insomne con un embarcadero ya sin embarcaciones; una laguna verde inmóvil y paciente conforme con sus algas sus musgos y sus peces, sereno en mi confianza.

Confiando en que una tarde te acerques y te mires, te mires al mirarme.

Poema que nos narra cómo el estado de humor del autor va variando a lo largo del tiempo, oscilando a lo largo del tiempo y esperando encontrar el amor.

4. Cuando éramos niños

Cuando éramos niños los viejos tenían como treinta un charco era un océano la muerte lisa y llana no existía.

Luego cuando muchachos los viejos eran gente de cuarenta un estanque era un océano la muerte solamente una palabra.

Ya cuando nos casamos los ancianos estaban en los cincuenta un lago era un océano la muerte era la muerte de los otros.

Ahora veteranos ya le dimos alcance a la verdad el océano es por fin el océano pero la muerte empieza a ser la nuestra.

Este poema hace una breve reflexión respecto a cómo cambian las cosas, nuestros conocimientos, posiciones vitales, opiniones y expectativas, según vamos envejeciendo.

5. No te salves

No te quedes inmóvil al borde del camino no congeles el júbilo no quieras con desgana no te salves ahora ni nunca.

No te salves no te llenes de calma no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo no dejes caer los párpados pesados como juicios no te quedes sin labios no te duermas sin sueño no te pienses sin sangre no te juzgues sin tiempo.

Pero si pese a todo no puedes evitarlo y congelas el júbilo y quieres con desgana y te salvas ahora y te llenas de calma y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo y dejas caer los párpados pesados como juicios y te secas sin labios y te duermes sin sueño y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo y te quedas inmóvil al borde del camino y te salvas entonces no te quedes conmigo.

Este poema expresa la necesidad de no huir, de dejar de escapar y buscar un lugar en el que meramente sobrevivir. El poema nos pide luchar, afrontar lo que la vida nos hecho y vivir como queramos hacerlo, con entusiasmo y buscando lograr nuestras metas.

6. Hombre que mira a su país desde el exilio

País verde y herido comarquita de veras patria pobre. País ronco y vacío tumba muchacha sangre sobre sangre.

País lejos y cerca ocasión del verdugo los mejores al cepo. País violín en bolsa o silencio hospital o pobre artigas.

País estremecido puño y letra calabozo y praderas. País ya te armarás pedazo por pedazo pueblo mi pueblo.

Este poema hace referencia al momento de su vida en que estalló un golpe de estado en Uruguay, algo que terminaría provocando que el autor tuviera que exiliarse.

7. Informe sobre caricias

La caricia es un lenguaje si tus caricias me hablan no quisiera que se callen.

La caricia no es la copia de otra caricia lejana es una nueva versión casi siempre mejorada.

Es la fiesta de la piel la caricia mientras dura y cuando se aleja deja sin amparo a la lujuria.

Las caricias de los sueños que son prodigio y encanto adolecen de un defecto no tiene tacto.

Como aventura y enigma la caricia empieza antes de convertirse en caricia.

Es claro que lo mejor no es la caricia en sí misma sino su continuación.

Estos versos nos hablan del poder de las caricias tanto en el amor como en el sexo.

8. Todo verdor

Todo verdor perecerá dijo la voz de la escritura como siempre implacable.

Pero también es cierto que cualquier verdor nuevo no podría existir si no hubiera cumplido su ciclo el verdor perecido.

De ahí que nuestro verdor esa conjunción un poco extraña de tu primavera y de mi otoño seguramente repercute en otros enseña a otros ayuda a que otros rescaten su verdor.

Por eso aunque las escrituras no lo digan todo verdor renacerá.

Este poema nos habla sobre el pasado y sobre el futuro, sobre lo que hubo y lo que habrá. Nos habla del importante papel de nuestros predecesores como guías para que nosotros pudiéramos surgir, y asimismo de nuestro futuro papel para con las futuras generaciones. También deja ver que nada muere para siempre, ya que lo que aunque todo tiene que acabar volverá a resurgir.

9. Todavía

No lo creo todavía estás llegando a mi lado y la noche es un puñado de estrellas y de alegría

Palpo gusto escucho y veo tu rostro tu paso largo tus manos y sin embargo todavía no lo creo.

Tu regreso tiene tanto que ver contigo y conmigo que por cábala lo digo y por las dudas lo canto.

Nadie nunca te reemplaza y las cosas más triviales se vuelven fundamentales porque estás llegando a casa.

Sin embargo todavía dudo de esta buena suerte porque el cielo de tenerte me parece fantasía.

Pero venís y es seguro y venís con tu mirada y por eso tu llegada hace mágico el futuro.

Y aunque no siempre he entendido mis culpas y mis fracasos en cambio sé que en tus brazos el mundo tiene sentido.

Y si beso la osadía y el misterio de tus labios no habrá dudas ni resabios te querré más todavía.

La añoranza y la ilusión de volver a ver a la persona amada es lo que el autor nos expresa en este hermoso poema.

10. Te quiero

Tus manos son mi caricia mis acordes cotidianos te quiero porque tus manos trabajan por la justicia

Si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo y en la calle codo a codo somos mucho más que dos

Tus ojos son mi conjuro contra la mala jornada te quiero por tu mirada que mira y siembra futuro.

Tu boca que es tuya y mía tu boca no se equivoca te quiero porque tu boca sabe gritar rebeldía.

Si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo y en la calle codo a codo somos mucho más que dos.

Y por tu rostro sincero y tu paso vagabundo y tu llanto por el mundo porque sos pueblo te quiero.

Y porque amor no es aureola ni cándida moraleja y porque somos pareja que sabe que no está sola.

Te quiero en mi paraíso es decir que en mi país la gente viva feliz aunque no tenga permiso.

Si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo y en la calle codo a codo somos mucho más que dos.

Terminemos esta pequeña selección de poemas con un hermoso poema de amor en que el autor expresa lo que significa para él la persona amada.



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